El TDAH
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es el trastorno del neurodesarrollo más frecuente, con una prevalencia global de entre 5,9% y 7,1% en niños y adolescentes y del 5% en adultos jóvenes.
La causa exacta del TADH no se conoce, pero existe una fuerte asociación genética y factores ambientales como el bajo peso o prematuridad al nacer, la exposición al cigarrillo y alcohol en el embarazo, y la adversidad psicosocial aumentan la susceptibilidad genética al TDAH.
Los estudios de neuroimágenes han aumentado significativamente el conocimiento sobre la neurobiología del TDAH, asociándolo a una difunción y baja conectividad de múltiples redes, fronto-parietal y frontocerebral, lo que refleja los distintos dominios cognitivo afectados en este problema, como la inhibición, la atención y la percepción del tiempo.
El diagnóstico se realiza mediante criterios descriptivos establecidos por la Academia Americana de Psiquiatría, que requieren la presencia de al menos seis de nueve síntomas de inatención y/o hiperactividad/impulsividad, que deben ser desproporcionados a lo esperado para su edad y persistente en más de un ambiente. El diagnóstico debe basarse en una historia personal y familiar detallada, un examen físico y neurológico completo y la correcta evaluación de estos.
No se requieren pruebas de laboratorio, neuropsicológicas o de imágenes para establecer el diagnóstico, pero existen numerosos test neuropsicológicos que pueden ser útiles en la evaluación. A continuación se muestra un vídeo con un ejemplo de test.
El tratamiento del TDAH comienza con la educación sobre la naturaleza neurobiológica del trastorno y la desestigmatización del diagnóstico. La Asociación Americana de Psicología recomienda el tratamiento farmacológico como primera línea en adolescentes con TDAH, destacando la importancia de involucrar al adolescente en la decisión del tratamiento y educar a los padres sobre la naturaleza crónica del trastorno.
En cuanto a los niños, resulta muy eficaz la terapia conductual, especialmente cuando se combina con terapia farmacológica. Además los psicoestimulantes son altamente efectivos a la hora de disminuir los síntomas de esta enfermedad.
Más información en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0716864015000097
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